fundición caliente
La inyección a presión caliente es un proceso de fabricación sofisticado que implica inyectar metal fundido bajo alta presión en moldes metálicos reutilizables. Este eficiente proceso opera a temperaturas que van de 600 a 1200 grados Celsius, dependiendo del metal que se va a fundir. El proceso comienza con la fusión del metal en un horno, luego transfiriéndolo a una cámara de disparo donde un pistón hidráulico fuerza el material fundido en la cavidad del molde a presiones que generalmente oscilan entre 5,000 y 25,000 psi. Los moldes están diseñados con precisión con canales de enfriamiento para asegurar tasas óptimas de solidificación. Esta tecnología permite la producción de geometrías complejas con excelente acabado superficial, tolerancias ajustadas y secciones de pared fina que serían difíciles o imposibles de lograr con otros métodos de fabricación. El proceso es particularmente adecuado para la producción en gran volumen de piezas de metales no férricos, incluidos aluminio, zinc, magnesio y aleaciones de cobre. Las aplicaciones comunes abarcan componentes automotrices, carcasa de electrónica, herramientas eléctricas y varios productos de consumo. La naturaleza automatizada de la inyección a presión caliente garantiza consistencia en la calidad de las piezas y precisión dimensional mientras mantiene altas tasas de producción.